Un 20% de adultos mayores de la región del Maule presenta el síndrome de fragilidad. Esto, según un estudio realizado por el Centro de Investigación en Trombosis (CIT) de la Universidad de Talca.

El estudio fue aplicado a 1200 adultos mayores. Según explicaron los profesionales, esta condición aumenta la probabilidad de enfermedades a este grupo etario. A su vez, disminuye la capacidad del organismo para responder a diferentes padecimientos e incluso la muerte.

El director del CIT de la U de Talca y del Centro Interuniversitario de Envejecimiento Saludable, Iván Palomo, explicó que la fragilidad es un “síndrome geriátrico que indica mayor probabilidad de que las personas mayores enfermen; también aumenta el riesgo a caídas, fracturas, enfermedades cardiacas, renales, entre otras”.

Este síndrome se puede medir de varias maneras, dijo, pero hay dos criterios muy importantes:

“La fuerza de las manos y la velocidad al caminar. Una de estas escalas fue creada por un investigador español colaborador nuestro, la FTS 5, cuyos criterios tienen que ver con la fuerza con que la persona puede apretar un dinamómetro, la fuerza de agarre de la mano que utiliza mejor, la velocidad al caminar una distancia corta, el índice de masa corporal y la capacidad de equilibro”.

Cómo evitar el síndrome de fragilidad

Una de las formas de evitar este síndrome o salir de ella, es tener una alimentación adecuada y actividad física, al menos así lo detalló Palomo.

“Esta recomendación es para todos, pero a las personas que ya son frágiles, les decimos: no se queden en el interior de su casa, de su dormitorio, no se quede sentado o recostado, intente volver a caminar y hacerlo regularmente todos los días; haga ejercicios de fuerza, inicialmente puede levantar en su casa un paquete de porotos o unas botellas llenas de agua. Camine a la mayor velocidad posible y levante los pesos que pueda, todos los días”.

El académico de la Facultad de Ciencias de la Salud UTalca, Eduardo Fuentes, detalló que los biomarcadores asociados a plaquetas permiten comprender “una alta prevalencia del síndrome de fragilidad en nuestra población, con mayor posibilidad de desarrollar una enfermedad cardiovascular, por ejemplo, u otras como cáncer”.

“Nosotros nos centramos en buscar biomarcadores asociados a la función de las plaquetas y hemos identificado que las plaquetas de personas mayores tienen mayor activación: se activan más y segregan más, lo que se asocia a mayor posibilidad de desarrollar un evento trombótico”.