El vicepresidente ejecutivo de Clínicas de Chile, Javier Fuenzalida, asociación gremial que constituye cerca del 70% de toda la atención privada de salud, se refirió la meta que tienen de aumentar las camas críticas de aquí a este lunes 22 de marzo, debido a que la ocupación en las UCI del país alcanza el 94%, debido a la pandemia por el coronavirus Covid-19.
“Estamos trabajando en eso. Ha sido un trabajo súper largo y difícil, porque a diferencia del peak número uno estamos enfrentando con un problema adicional: la gente está muy cansada y agotada, es algo natural, y en algunos sectores tenemos tasas de ausentismo de hasta el 20% y un poquito más. Y en esa condición la meta es bien exigente, pero la vamos a lograr“, comenzó sosteniendo.
“A diferencia del primer decreto hace 7 meses atrás, este decreto permite hacer otras actividades que son indispensables de hacer, porque lo que está ocurriendo hoy es que hemos pospuesto una enorme cantidad de acciones de salud (…) está generando al final que muchos diagnósticos se hagan tardíos y eso genera un problema de salud adicional, y es por eso que estamos haciendo las dos cosas al mismo tiempo y eso tiene una sobrecarga adicional para nosotros, que ha sido bien exigente”, expuso.
Asimismo, Fuenzalida señaló que en el primer peak, “Santiago estaba muy colapsado, pero en regiones estaba más libre y después fue al revés. Hoy día tenemos una situación que es más similar en todo el país y eso nos pone un estrés mayor“.
“La capacidad está llegando a un límite máximo”
De igual forma, sobre el aumento de camas críticas afirmó: “Estamos llegando a una capacidad límite el mundo privado y público (…) es difícil seguir creciendo, porque la capacidad está llegando a un límite máximo”.
“Las camas físicamente muchas veces están, el tema es la dotación, de cómo vestimos esas camas. Detrás de montar una cama, hay muchas otras acciones, no está solamente es el tema físico de la cama, sino que está el personal de aseo, de alimentación, toda la logística que lleva montar una cama“, explicó.
Asimismo, otro problema que hay es que “tenemos al personal bien al límite (…) Nuestro personal efectivamente está casando, hay un gran porcentaje con licencia médica, hemos aplicado mucha flexibilidad al personal, modelos distintos de trabajo y eso ha permitido que podamos vestir estas camas”.
Finalmente, concluyó: la única solución adicional, más allá de la vacuna, que es el umbral de esperanza que tenemos todos, que genere un impacto directo con cierta prontitud, pero hasta que eso no ocurra, el autocuidado al final del día es la medida adicional que hay que tomar en conciencia y con mucho más ahínco, porque faltan semanas para que la vacuna tenga un efecto mayor”.