El abanderado de Apruebo Dignidad enfatiza que está dispuesto a encabezar un proyecto que permita la gradualidad: “Chile no se inventa de la noche a la mañana”, remata. Agrega que la construcción de mayorías será clave para hacer viable su programa y sostiene que desde el lunes las conversaciones entre todas las fuerzas de centroizquierda deben darse sin exclusiones.
Las últimas semanas de la campaña de Gabriel Boric no fueron fáciles: hoy el abanderado -en entrevista telefónica- explica las conductas que cree derivaron en una acusación de acoso en su contra por hechos que supuestamente ocurrieron en 2012 y ahonda en su distanciamiento de la candidata al Senado Karina Oliva (Comunes), cuestionada por un presunto financiamiento irregular de su campaña.
¿Qué evaluación hace de su campaña?
Llego muy contento y esperanzado. Fue una campaña muy intensa, larga, desde que partió con el proceso de juntar firmas a principios de año y siguió con la primaria. Ha sido un aprendizaje gigante y ha sido bonito lo que ha despertado. ¿Qué habría hecho distinto?
Me hubiese gustado poder llegar más al sector rural. Es un 30% de Chile, es muy difícil hacer campaña, porque las distancias son muy largas y ahí nos falta todavía un trabajo. También quizás estar menos en la pelea chica, hubo algunos momentos de intercambios con otras candidaturas que no son fructíferas para la gente ni para el debate, y ahí siempre me reviso con autocrítica.
¿Ha tenido desgaste personal?
Es desgastante, pero también es muy enriquecedor, entonces como que se netea. Hay cansancio, pero la responsabilidad es tan grande que eso queda en segundo plano. Lo del Covid, lo más penca fueron las noticias falsas, las interpelaciones, más que la misma enfermedad, que igual me pegó, no fui asintomático.
Bajó de peso, dicen…
Sí, bajé como cinco kilos (se ríe). Lo necesitaba, además.
José Antonio Kast irrumpió en el escenario presidencial. ¿Ve en eso alguna responsabilidad de la izquierda?
La actitud arrogante que a veces tienen sectores de izquierda frente a quienes piensan distinto hace mucho daño al proyecto propio y ayuda a crecer otros que son tremendamente discriminadores, como el de Kast. Ahora, todo proceso de cambio importante siempre viene con movimientos pendulares y eso, cuando uno revisa la historia, ha pasado siempre.
¿Le han entregado los temas de seguridad a la derecha?
La preocupación por la delincuencia, los sectores que se han visto más golpeados por la crisis migratoria venezolana, el avance del narcotráfico. Esos son temas que uno no puede obviar y hacerse el leso. Nos hace falta una mayor reflexión ahí.
¿Tienen responsabilidad ante el escenario de polarización?
No voy a contribuir a eso, voy a invitar a sumarse a todas las fuerzas que quieran realizar cambios y transformaciones con certidumbre, graduales, porque Chile no se inventa de la noche a la mañana. Nuestros proyectos son muy distintos, pero no tenemos que plantearnos como un “contra Kast”, sino sobre cuál es el modelo que queremos construir.
En la recta final de su campaña se han testeado dos principios del Frente Amplio: las “buenas prácticas” y el feminismo. Sobre Karina Oliva, ¿conversó con ella?
Más allá de las posiciones personales, tenemos que tener un estándar distinto al que había sido la costumbre. Como coalición se actuó una vez conocidos los antecedentes, con celeridad y de la manera correcta. Este no es un tema que se pueda evaluar a partir de relaciones personales, sino que uno tiene que tener un mismo estándar para todos, y si nosotros les hemos exigido a la derecha, a la ex Concertación, lo mínimo es exigirnos lo mismo y más.
¿Cuánto pesó la amenaza de costo electoral y la cercanía de las elecciones en la reacción frente a este caso?
No tiene que ver con lo electoral, tiene que ver con los principios.
¿No hay un problema interno al no detectar antes estos casos?
Sin duda. Hay que mejorar los procedimientos en todos los partidos y también a nivel institucional. Hay vacíos legales que, claramente, se pueden mejorar. Espero que en nuestro gobierno podamos avanzar en eso y que sea absolutamente transversal.
Pero no ha sido solo Oliva, también Jaime Mulet…
No ha sido formalizado todavía, pero cuando se notificó que iba a tener una audiencia de formalización decidimos solicitar que bajara la candidatura.
Sobre la acusación de acoso que hay en su contra. ¿Por qué los movimientos feministas no han sido tan severos con usted como en otros casos?
En estos casos, lo que corresponde es siempre proteger a la persona que realiza una acusación para que pueda realizar una denuncia con todas las garantías que necesite. He señalado que no tengo nada que esconder y que estoy disponible para todo tipo de investigación, ya sea judicial o mediante los protocolos que han construido nuestras compañeras.
¿Cuáles son “los protocolos de las compañeras”?
En cada partido se construyeron protocolos para casos de denuncias de abuso o acoso ante los tribunales supremos de los partidos, con perspectiva feminista y que, además, se han tenido que ir perfeccionando. Hay que ser cuidadosos en eso y nosotros hemos tratado de dar todas las garantías del caso y siempre he demostrado disposición de manera totalmente transparente.
¿Y en su caso no se han aplicado los protocolos?
Lo que pasa es que no hay una denuncia presentada.
¿Sabe de qué se le acusa?
Lo que entiendo es lo que publicaron ustedes mismos, porque tampoco he tenido contacto con la persona. (Me acusan) de haber realizado comentarios inapropiados el año 2012 y, en ese sentido, hago una revisión autocrítica siempre de mi conducta. Sé que en el pasado pude haber realizado comentarios que fueron de corte machista que, tanto en ese momento como hoy, son inaceptables.
¿Nunca se le ha explicitado de qué se trata la acusación?
O sea, hay comentarios siempre. Lo que sería deseable es que haya una acusación formalmente presentada, pero ese no es el caso. La persona, hasta el momento, ha decidido no presentarla ante las instancias que corresponden. A veces, hay déficit dentro de los mismos partidos para eso. Pero no hay algo a lo que pueda referirme concretamente, por lo tanto, no quiero especular.
¿Y según esa autorrevisión, entonces, se trataría de “comentarios machistas”?
Eso creo yo.
¿La actitud de las organizaciones feministas se explica porque usted es su candidato presidencial?
Han mantenido el mismo estándar. Las compañeras feministas han actuado en consecuencia con lo que es la misma construcción del movimiento feminista y jamás he pedido ni me han planteado algún tipo de protección especial. Eso sería inaceptable y sería una violación de los principios que defendemos. Estos son los momentos en que se ponen a prueba nuestras convicciones, cuando nos toca a nosotros.
De pasar a segunda vuelta, ¿cómo piensa ampliar su base de apoyo?
Hay que ver cuáles son los resultados no solamente presidenciales, sino que también parlamentarios. Va a ser el pueblo de Chile quien decida cuánta fuerza tiene cada organización, pero tengo absolutamente claro que independiente del resultado, para poder realizar las transformaciones que estamos proponiendo necesitamos una base de apoyo social y política más amplia de lo que hoy somos. Estoy disponible a conversar con quienes compartimos horizonte. Cuando veo el programa de Paula Narváez, incluso el de Yasna Provoste, tenemos acuerdos en muchísimos temas. Es totalmente posible tener una conversación que sea fructífera.
¿Se refiere a ella o a la DC como partido?
Me refiero al programa que ella encarna hoy, más allá de la figura, pero quienes han sustentando la construcción de ese programa y en particular el de Paula, con el cual tenemos muchísimas más coincidencias aún. Es una conversación que va a ser necesaria, los términos van a depender del resultado y de la voluntad de las partes, pero tengo claro que solos no bastamos y que la arrogancia es una muy mala consejera.
Se ha planteado abrir la coalición o establecer acuerdos programáticos. ¿Cuál es su ideal?
Estoy abierto a conversarlo, pero tengo claro que la primera definición de eso la vamos a dar en el seno de nuestra coalición, que es Apruebo Dignidad.
¿La última palabra la tendrá usted o la coalición?
No creo que haya una dicotomía tan… Hoy soy el principal líder de la coalición y eso es porque represento los valores y sentires de la coalición, no veo que haya diferencias en eso. Lo vamos a conversar, pero sobre todo lo que me importa es que seamos capaces de llevar adelante las reformas y eso significa ampliar nuestra base de apoyo.
¿Está dispuesto, entonces, a abrir la coalición?
Es que esa una discusión que vamos a dar al interior de la coalición primero. El cómo hacemos eso… no puede haber una reivindicación identitaria por sobre los objetivos de este proyecto, ese es mi punto.
¿Cómo espera dar las conversaciones con el PS?
Tenemos, por cierto, conversaciones abiertas con diferentes personas, con gente que participó en el equipo de Paula, con diferentes dirigentes tanto de base como nacionales, pero el cómo se materializa eso va a depender del resultado.
¿Y la institucionalidad del PS?
Hay que tener conversaciones con todos los que sean necesarios. Tenemos las puertas abiertas a quienes quieran ser parte de nuestro proyecto.