El general (r) de la policía uniformada habló de sus días lejos del acontecer nacional y afirmó que la quema del Metro durante el estallido social fue “planificada”.
Han pasado más de dos años desde que el general Mario Rozas pasó a retiro, tras liderar a Carabineros en el periodo más delicado de la institución en la década reciente: el estallido social. Por ahora disfruta de sus días lejos de la contingencia, entre el deporte, la lectura y la familia.
En entrevista con El Mercurio, el general (r) analizó el presente de la policía uniformada y recordó cómo lo afectó el 18-O en su salud. “En los primeros días, al revisar los hechos, de repente despertaba con sangre en la nariz, zumbido en los oídos, la presión 18 con 11 o con 12″, confesó.
“Asumí el mando cuando la institución estaba atravesando una grave crisis. Hubo un remezón humano, donde el rol de guardianes de la seguridad había sido corrompido por unos pocos“, sostuvo Rozas.
Sobre las acusaciones que recibió por crímenes de lesa humanidad, el general (r) expresó que “hicimos hasta lo imposible, arriesgamos nuestras vidas, seguimos operando y logramos sostener la República. Por algo en las encuestas hoy hay un reconocimiento tácito a Carabineros y que se defendió la institucionalidad. La Moneda y el Congreso estuvieron a punto de caer y gracias a los carabineros hoy hay Estado de Derecho. Me puedo morir tranquilo”.
Acerca de su rol como general director de Carabineros, Mario Rozas recordó el día en que ascendió, en diciembre de 2018, y la misión que le encomendó el entonces Presidente Sebastián Piñera. “Me encargó modernizar la institución. Una institución como esta, con más de 90 años, no se refunda. Y una modernización casi siempre parte por los recursos humanos”, detalló.
En medio de estas labores, ocurre el estallido social. “Nos sorprendieron los niveles de violencia. Como no teníamos los recursos humanos y logísticos suficientes, en algún momento fuimos sobrepasados“, señaló Rozas.
Respecto a la primera semana del estallido, el general (r) contó que “era un hecho impensado, porque no veíamos que el país estuviera en una situación crítica antes de eso. Pero de repente ver la fragilidad, y cómo grupos organizados, planificados, atacaban la infraestructura de Santiago, fue impactante”.
“Me llama la atención cómo nadie ha podido establecer quiénes atacaron y quemaron el Metro“, continuó. “Y que por un tiempo tan prolongado hubiera quema de inmuebles, saqueos, quema de iglesias, ataque a cuarteles de Carabineros, provoca un grado de desconcierto ante lo que estábamos experimentando como país”.
Quema “planificada”
En la conversación, Rozas comentó el libro ¿Quién quemó el Metro?, de la periodista Josefa Barraza y el excarabinero Carlos Gutiérrez. El reportaje apunta a funcionarios policiales “intramarchas” que podrían ser autores de los ataques en las estaciones, tesis que el general en retiro descartó.
Además, cree que en estos ilícitos “hubo concierto previo, fue planificado“. “Pienso que hay una deuda pendiente de quienes primero avalaron la violencia, que nunca la condenaron. De quienes propiciaron la famosa primera línea, que fue recibida en el ex Congreso para homenajearla”, apuntó.
“Creo que por ahí debe ir la línea investigativa, para poder establecer quiénes son los responsables”, añadió Rozas.