Los efectivos de seguridad enfrentan la posibilidad de ser dados de baja y existe contra ellos una causa penal.
Los agentes decidieron movilizarse en contra del gobierno en septiembre de 2020 y ahora enfrentan dificultades. El ministerio de seguridad de Buenos Aires desafectó a más de 400 efectivos que participaron de la rebelión policial. La indagatoria determinó que cometieron gravísimas faltas administrativas.
La auditora de asuntos internos, Lorena Rebuffo, responsabilizó a los efectivos que se movilizaron hasta la Quinta Presidencial de Olivos. A los agentes se les quitó el arma, quedan separados del servicio y enfrentan ser dados de baja. Además existe una causa penal en la justicia en contra de los efectivos.
El expediente incluye los efectivos desafectados por hechos similares en otras zonas de la capital argentina. El intento de rebelión parece político, ya que el mandatario Alberto Fernández era ajeno al conflicto. El gobernador Axel Kicillof luego equiparó los sueldos de la Policía Bonaerense con los de las fuerzas federales.
La semana pasada empezó a circular una convocatoria a repetir la rebelión el 11 de febrero. Algunos referentes del opositor Cambiemos replicaron el llamado en las redes sociales. La notificación del caso establece que existen abundantes prueba de los hechos, incluyendo fotografías, videos y testimonios.
Página 12 precisó que la resolución indica que los efectivos protestaron “en horario laboral y a bordo de móviles policiales”. El texto detalla que los efectivos “cometieron un hecho de extrema gravedad” con la clara intención de erosionar la figura presidencial”. El documento lo calificó de “un acto de insubordinación”.