Una semana exacta ha pasado desde que la familia le perdió el rastro al niño de 3 años y siete meses, Tomás Bravo, en el sector de Caripilún, en Arauco, Región del Biobío. Una semana que ha estado marcada por la intensa búsqueda que ha movilizado a diversos organismos de emergencia sin que hasta hoy se tengan noticias de su paradero.
Durante la jornada de este miércoles, la indagatoria se centra en cuatro de los 19 cuadrantes que se fijaron a partir del sitio donde el niño fue visto por última vez por su tío abuelo, a quien acompañaba a ver a unas vacas.
Sobre la búsqueda, Alicia Martínez, abuela de Tomás, se mostró a favor de las diligencias que ha ordenado la justicia, como la revisión del tráfico de llamados de los padres y del tío abuelo desde el 14 de febrero pasado en adelante, así como la inspección de los vehículos de la familia.
“Las diligencias son procedimientos, me imagino que tiene un protocolo todo. Paso a paso se va a ir avanzando, estamos muy inquietos porque han pasado muchos días, pero yo confío en la PDI y su trabajo, en la fiscalía y estamos esperando el resultado no más”, dijo la mujer.
A las indagatorias que llevan a cabo la PDI y el Ministerio Público, se suma la querella que interpuso la Defensoría de la Niñez por el delito de sustracción de menores, situación que fue cuestionada por el fiscal de Arauco quien aseguró que ese delito no se ha investigado y que por el momento solo se trata de una “presunta desgracia”.