La pandemia no ha pasado, sigue entre nosotros. Pero, al mismo tiempo, vemos cómo poco a poco se han ido retomando diversas actividades tanto a nivel laboral como educativo.

Sin ir más lejos, escuelas y colegios abrieron sus puertas a la presencialidad y moverse por las principales ciudades del país es similar a lo que teníamos previo a la llegada del coronavirus.

En medio de este escenario, y viviendo ya la temporada de otoño-invierno, las y los especialistas advierten que se podría ver un aumento de enfermedades respiratorias estacionales.

El académico y broncopulmonar del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y presidente de la Sociedad de Enfermedades Respiratorias, doctor Guillermo Zepeda, plantea que -a diferencia de los años anteriores- este 2022 podría existir mayor presencia de enfermedades respiratorias.

En 2020, prácticamente no hubo circulación de virus estacionales. Lo mismo ocurrió en 2021, donde se experimentó una baja considerable de casos. Pero el académico advierte que este año ya están apareciendo casos de virus respiratorio sincicial e influenza, entre otros.

“Se espera que sea un poco distinto a lo que ha sido los dos años previos, probablemente este año va a ser muy parecido a lo que vivíamos antes de la pandemia, del año 2019 hacia atrás”, dice el doctor Zepeda.

La viróloga y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Vivian Luchsinger, explica que “hablamos de virus respiratorios estacionales como aquellos que tienen una mayor circulación y, por lo tanto, un número mayor de casos en ciertas épocas o estaciones del año”. Estamos hablando de la influenza, virus sincicial, rinovirus, adenovirus, entro otros.

¿Cómo lo diferenciamos del COVID-19?

Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas es común también la aparición de enfermedades respiratorias. Pero ¿qué hacer para no confundirnos con el COVID-19?

La profesora Luchsinger afirma que “hay algunas diferencias, pero la verdad es que no son clínicamente tan indistinguibles”. Además, señala que en el caso del virus de la influenza, “esta enfermedad es muy parecida a lo que era el COVID-19 en las variantes anteriores, porque ahora Ómicron se produce más bien como un resfrió común, pero las variantes anteriores producían un cuadro muy parecido a la gripe o influenza”

Por su parte, el bioquímico y académico de la Universidad de Talca, Marcelo Olivares, en conversación con el programa “Con Ojo Clínico” del canal UChileTV, enseña cómo diferenciar entre un resfrío y una gripe común.

“En general, los resfríos son procesos muy cortos, donde yo me siento mal, por ejemplo, uno o dos días con secreción nasal, e incluso un poco de dolor de garganta, a veces en los ojos, pero la recuperación también es muy rápida. Mientras que con una gripe estamos como en un nivel un poquitito más alto. Cuando uno tiene gripe, le duele todo el cuerpo, es como cuando uno dice ‘me paso un camión encima’, con dolor de cabeza, fiebre, congestión nasal, estornudo, secreciones, me duele el cuerpo, es más grave, generalmente es muy acotada, no pasa más allá de 3 a 5 días”, describe.

Sobre este mismo tema, el Dr. Zepeda, plantea que “lamentablemente ninguno de estos virus tiene una particularidad, un signo o cuadro clínico que sea característico, que uno pueda de antemano decir que se trata de tal virus o no. Previo a la pandemia, había algunas características, por ejemplo, el virus de la influenza que daba fiebre alta, que daba mucho compromiso en el estado general, dolor de cabeza, dolor de cuerpo, dolores musculares”.

Finalmente, recuerda que “las mismas medidas de prevención en el fondo que son útiles para el coronavirus, que es el uso de la mascarilla, el lavado de manos frecuente, el distanciamiento físico, son tremendamente efectivos, eficaces y eficientes, también para disminuir las infecciones por los otros virus respiratorios”.